El 2 de abril de 1982 el Estado Argentino comandado por la junta patriótica que se había hecho del poder 6 años atrás, iniciaba el avance militar sobre las islas Malvinas y comenzaba una guerra que duraría hasta el 14 de junio del mismo año. En medio de la euforia nacionalista que cubría los gritos de los desaparecidos, el general Galtieri afirmaba “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”, e impulsaba una campaña en la morirían cerca de mil jóvenes obligados a combatir por el honor de la patria y la prevalencia del gobierno militar, donde muchos otros se suicidarían en la vuelta a casa atravesados por el posterior proceso de “desmalvinización”.

Por su parte, en medio del gobierno conservador de Margaret Thatcher y con la plena colaboración del Partido Laborista, Inglaterra no temía en participar del enfrentamiento por la “soberanía de sus islas”, y justificar su intervención en las políticas fascistas del gobierno argentino, mismo gobierno al que hace unos meses antes había estado ayudando a exterminar a “lxs extremistas comunistas”, con provisiones de armamento e inteligencia policial.

Si bien la euforia patriótica en Inglaterra no alcanzaba los niveles argentinos, esta también contaba con la aprobación de una parte importante de la población, exceptuando distintos sectores antimilitaristas, de extrema izquierda, y sobre todo anarquistas.

A grandes rasgos podemos ver como las principales publicaciones anárquicas de la época, “Freedom” fundada en 1886 por Piotr Kropotkin, y “Black Flag” de tendencia informal y ligada a la ABC (anarchist black cross) formada en 1970, y la conocida banda anarcopunk “Crass”, expresaban todo su repudio a la guerra y la sociedad que la sustenta.

Por eso decidimos traducir y compartir algunas notas publicadas durante los meses de mayo y abril de 1982, no solo como reafirmación ideológica, sino como una reivindicación de la dignidad, de la dignidad rebelde, antimilitarista y antiestatal, porque sabemos que aunque muchas veces la euforia nacionalista busque disolver entre el ensordecedor pedido de castigo y represión a las voces rebeldes, la memoria revolucionaria siempre seguirá reafirmando su historia y enfrentándose a los discursos prearmados del Estado y el Capital.

Ni guerra entre pueblos. Ni paz entre clases.
Muerte al Estado Argentino y a todos los Estados.

Lectura/descarga: lxs anarquistas en inglaterra frente a la guerra de malvinas